5.22.2011

La Naranja Mecánica

En una síntesis absolutamente simplista: un joven violento extremadamente violento paga sus culpas con una especie de sobrecarga de lo mismo, haciéndole cambiar su forma de ser y "curándose" a las malas. Digamos que no le va bien siendo bueno y termina recuperándose nuevamente.
Tengo que confesar que seguramente hasta hace muy poco formaba parte del puñado de personas que no habían visto esta película en su totalidad, ayer finalmente la terminé y quise pasar a dejar unas cuentas palabras acá. Sin embargo, no me interesa hacer alusión a sus detalles más profundos, me parece que durante muchos años críticos de cine, psicólogos, sociólogos, semiólogos y hasta politólogos han analizado hasta la esta obra de Stanley Kubrick.
La ciencia ficción es un género amplio, creo que tiene muchos ámbitos en los que se puede expresar y es por eso que encontramos desde obras que muestran los confines de galaxias muy muy lejanas hasta situaciones insertadas en nuestro propio pasado histórico. Quizás dentro de las obras que normalmente no se calificarían como ciencia ficción creo está La Naranja Mecánica.
Lo que me interesa destacar en ese breve espacio son simples observaciones sobre la influencia que ha tenido en la industria cinematográfica esta película, desde el uso de referencias a la Técnica de Ludovico (Alex amarrado con una camisa de fuerza, forzado a ver escenas nada bonitas) en videos musicales (Welcome to the jungle, de Guns and Roses) y escenas de ficciones modernas como Lost hasta destacar la siempre violenta batalla entre totalitarismo versus anarquía, como lo imaginaron también Alan Moore y David Lloyd en su novela gráfica V for Vendetta.
También resulta curioso ver cómo el personaje de Alex DeLarge influye en un famoso villano de cómic, en las dos interpretaciones cinematográficas que ha tenido; así, Jack Nicholson rescata lo teatral de Alex en Batman, mientras que Heath Ledger hace lo suyo con la forma siniestra, violenta y despreocupada de responder a sus impulsos en The Dark Knight.
Cuando el protagonista es "curado" y se acerca a su lado bueno destaca otro elemento que vemos en otra obra maestra del cine: El Señor de los Anillos. Peter Jackson y Andy Serkis (director y actor, respectivamente) definieron que cada vez que Smeagol "tosiera" Gollum, Gollum parecería tener algo atragantado en la garganta, de la misma forma que Alex parece querer vomitar cuando su nuevo y buen yo se ve enfrentado a situaciones que le recuerdan su pasado violento.
En fin, las referencias son muchas, como le sucede a los grandes clásicos del cine. Kubrick tiene su nombre en letras doradas en la historia del sétimo arte, esta película es solo una muestra del por qué.

A CLOCKWORK ORANGE
Escrita y dirigida por Stanley Kubrick
Basada en la novela de Anthony Burgess
Con Andy McDowell, Patrick Magee, Warren Clark y otros.
1971