7.31.2011

Capitán América: El Primer Vengador

Marvel Studios encontró la fórmula para hacer algo que no tiene precedentes en el cine. Un universo compartido donde habitan sus superhéroes más importantes, al menos hasta donde los derechos de explotación se lo permitan. Lo cierto es que lo que comenzó como un grandioso plan para unir a Iron Man, Hulk, Thor y al Capitán América ha funcionado, incluyendo de paso a unos cuantos héroes secundarios que pasaran de ser cameos a nuevos protagonistas de la siguiente etapa, de la que hablaré más adelante.
La historia de Steve Rogers es la clásica de los superhéroes de Marvel, donde cualquier hijo de vecino recibe poderes especiales por X razón. En este caso, Rogers se convertirá no solo en la forma en que Estados Unidos tomará ventaja en las batallas, sino que también será un símbolo para la población que espera en casa buenas noticias desde el frente de batalla.
La película le baja el tono al patriotismo barato y, aunque vemos muchas banderas gringas por lo menos no sentimos que nos están vendiendo una filosofía de vida americana superior, por sobre todas las cosas. También evita a Hitler y los nazis como los villanos principales, posicionando a Hydra como una agrupación que gana poder a partir de estos, manejando sus propios planes bajo el liderazgo de Red Skull. La adaptación y modernización de este superhéroe no puede estar mejor hecha. No solamente mantiene fidelidad con la historia del cómic (mezclando el universo tradicional de Marvel con su universo Ultimate) sino que también sostiene una maravillosa ingenuidad que la convierte en una versión absolutamente acorde con el género (porque ya se habla de un género aparte) de los superhéroes.
Justo así debería sentirse una película de Superman, donde el héroe es una especie de boyscout crecido, que mantiene un código de ética elevado a pesar de todo. Actuaciones acorde a la estatura de su casting, un Chris Evans focalizado en ser menos chistoso de lo que siempre termina siendo, cosa que se le agradece, pues retrata perfectamente el espíritu de Steve Rogers en cada cuadro en el que aparece. Buenos efectos, muchos momentos intensos y muchas escenas graciosas, parece ser la fórmula perfecta.
Hay muchos guiños al espectador que conoce de cómics. El cubo en posesión de Red Skull pertenece a Odin, padre de Thor (incluso podemos ver parte del puente que une Asgard con la Tierra); ahí está Nick Fury para amarrar las cosas más claramente y mi pista favorita de todo: ver cómo la relación entre Steve Rogers y Howard Stark es una especie de preview de lo que vamos a ver con el Capitán y el siempre vivazo de Tony.
Sí, Marvel Studios lo logra todo. Lo que no ha logrado capitalizar DC Comics lo alcanza "la casa de las ideas": un objetivo común para que en el 2012 disfrutemos de Avengers.
Iron Man allanó el camino con una película inolvidable.
El Increíble Hulk sostuvo la calidad y "arregló la torta que fue el Hulk de Ang Lee".
Iron Man 2 sacrificó su propio desarrolló para convertirse en un largo eslabón hacia Avengers.
Thor volvió a potenciar la saga, esta vez sin los pecados del sacrificio mencionado de IM2.
Ahora Capitán América pone todo a punto, contando una historia en medio de la Segunda Guerra Mundial pero que termina mirando más al futuro que todas las demás juntas.

CAPTAIN AMERICA:
THE FIRST AVENGER
Dirigida por: Joe Johnston
Escrita por: Christopher Markus y Stephen McFeely.
Con Chris Evans, Hugo Weaving, Tommy Lee Jones, Stanley Tucci, Dominic Cooper, Sebastian Stan y Hayley Atwell.
Marvel Studios
2011


7.16.2011

Transformers: El lado oscuro de la luna

Más que un review de la más reciente entrega de la saga Transformers en la pantalla grande, sirva este post para referirme a un trío de películas que si bien es cierto no van a ganar un Oscar por guión o actuaciones sí nos deja un aspecto a rescatar: el avance de los efectos especiales en el mundo del cine. Para mi gusto, Transformers (y muy pocas otras películas: District 9, por ejemplo) han logrado hacer que olvidemos casi durante toda la película que los actores están fingiendo hablar e interactuar con robots agregados en post-producción. Optimus Prime existe como personaje en nuestra imaginación y corre, salta y lucha codo a codo con Sam Witwicky, incluso desde la primera entrega de la película.
Esta tercera entrega mejora a las anteriores en su forma de tomar al toro por los cuernos. Esta vez sí se siente una verdadera amenaza de parte de los Decepticons hacia nuestro planeta y, aunque aún mantiene una serie de malos chistes o situaciones ridículas que nos hacen reír durante la películas, al menos no hay chistes sobre un Autobot orinando o sobre estar debajo de las bolas de un enorme robot enemigo (quienes han visto la primera y segunda parte me entienden).
En realidad (y obviamente) no hay demasiado qué decir, NO ES UNA BUENA PELÍCULA, pero verla tampoco va a matar a nadie. Hay que alabarle a Michael Bay la fidelidad a su estilo de cine: enorme, bullicioso, espectacular, apegado al estilo hollywoodense al máximo, sin sonrojarse ni bajar la mirada... si para eso se hizo el cine de entretenimiento, para entretener... ¿y qué? No creo que todas las películas tengan que dejarnos algo que no sea dos horas de diversión y evasión de la realidad; se agradece encontrar obras llenas de posibilidades y obras que nos hagan pensar en temas muy profundos, pero eso no descarta este otro tipo de cine, a fin de cuentas la exageración es parte de la creación humana, parte de la vida de todos nosotros, parte del comercio, por supuesto... ¿y qué? Al fin y al cabo el ocio entretiene.
Algunas personas critican este tipo de películas porque piensan que van a perder neuronas al verlas... o porque consideran que gastar dos horas de su vida es un real pecado; yo creo que cada quien le teme a lo que no puede controlar y, si ver una película intrascendente y entretenida hace sentir a alguien que perdió dos horas de vida, esa persona está más consciente del tiempo que le queda que de verdad vivir feliz; y, si se trata de temer perder neuronas... yo diría que no confía tampoco en su capacidad de análisis o discriminación de lo que importa y lo que no. Lo único criticable de la película (y de la trilogía en sí) es la estereotípica forma de utilizar a la mujer como un objeto de belleza, digno de cosificación y su mera utilización como objeto a rescatar, trofeo a adquirir y amor que ganar. La imposibilidad de Carly (la increíblemente hermosa novia de un loser como Sam) de perder un zapato de tacón en alguna de sus tantas carreras para salvar su vida es lo más cercano a la ciencia ficción que tiene esta tercera entrega de la saga.
En fin, quizás ya me puse muy serio y la idea tampoco era esa. Creo firmemente en que no hay que descartar a priori algo porque no sea bueno en su totalidad, si una película es mala pues, rescatemos la gráfica, la visión del director, el trabajo comercial detrás de esta, algo. Supongo que es parte de mi obsesión por querer aprender, o mi obsesión de alguien muy observador...

TRANSFORMERS: DARK SIDE OF THE MOON
Dirigida por Michael Bay
Escrita por: Ehren Kruger
Con Shia LeBeouf, Rosie Huntington-Whiteley, Josh Duhamel, John Turturro, Tyrese Gibson, Frances McDormand, John Malkovich, Patrick Dempsey y Peter Cullen (voz de Optimus Prime).
2011