Lost no comienza como lo que conocemos es una serie de ciencia ficción, pero desde el inicio nos damos cuenta de que se trata de un drama de misterio, luego toca elementos de la fantasía, suspenso y termina por zambullirse de lleno en el género. Básicamente cuenta la historia de los sobrevivientes a un accidente aéreo en una isla del Pacífico. Ojalá se pudiera explicar así de fácil, pero por suerte para los fanáticos se trata de algo mucho más complejo, profundo y bien realizado.
El piloto de la serie marca el tono de misterio de los hechos y este se mantiene episodio tras episodio, incluyendo su característica más comentada: los flashbacks. Aunque esta técnica narrativa se ha usado durante mucho tiempo en otras series, películas e historias, en Lost adquirió un nuevo significado. Al tratarse de un elenco muy amplio, los flashbacks se convirtieron en una herramienta multiplicadora del tiempo en pantalla de los hombres y mujeres atrapados en la isla. Un capítulo, un protagonista; en la isla y en su propio pasado. Así, poco a poco se nos da el por qué de la forma de ser de Jack, Charlie o Kate y a la vez se reproducen las preguntas, los misterios y las ganas de ver el próximo episodio.
Definitivamente el desarrollo de los personajes sostiene el programa, es porque nos importa lo que les ha pasado que llegamos a entender lo que cada uno de ellos siente, incluso conocemos los lazos que existen entre unos y otros (aunque ellos mismos muchas veces los desconozcan).
Jack es el líder reacio a serlo pero que al desarrollarse los hechos se confirma como el más indicado para tomar las decisiones. Kate es una rebelde y a la vez tierna mujer; llena de secretos… es su imagen de testaruda la que hace que amemos su personaje. Locke es el sabio que se equivoca a veces, y quien tiene las mejores razones para no querer salir de una isla que es la fuente de su milagro personal, literalmente hablando. Sawyer es el villano por el cual nos preocupamos, un hombre con un pasado trágico pero alguien que en el fondo sabemos no es tan malo. Sayid es el “científico” y técnico militar del grupo, básicamente un comodín que hacia mitad de la serie ya conocemos muy bien. Hurley es el humor detrás de la tragedia… y viceversa, si tomamos en cuenta su “maldición” con los números. Charlie es uno de los personajes que prueba que el show tiene un alma; alguien redimido de sus fantasmas pasados, en parte por las dos cosas que más le interesan en la isla: la música y Claire, quien a su vez es casi que solo una tierna embarazada; en esta temporada, si un personaje representa a la típica dama en apuros, es ella. Michael, Walt, Sun y Jin son personajes que de alguna forma terminan por ser herramientas de acontecimientos generales de la trama, sin que dejemos de conocer sus propias historias personales y nos encariñemos con cada uno de ellos, deseando que sus respectivas relaciones de padre-hijo y de esposa-esposo funcionen. Boone y Shanon son también personajes casi de relleno, el primero resulta ser carne de cañón de uno de los mayores avances en la trama de la temporada, mientras que Shanon nunca deja de ser la bella malcriada que solo hace lo que quiere.
A todo esto incluyamos osos polares en una isla tropical, un monstruo de humo que mata gente, una mujer francesa un poco loca pero sobreviviente a una tragedia pasada, muertes de personajes importantes y la inclusión de los mencionados “Otros” como peligro latente. Todo esto junto hace de la serie algo necesario de seguir una vez capturado por la trama. Esto ayudado por el hecho de que cada episodio tenga un cliffhanger como ninguna otra serie los ha tenido y que simplemente nos deja pegados al borde de la silla cada vez.
Desde la primera temporada Lost se convirtió en una serie de culto y hay que admitir que se llega a convertir en un vicio, pues aunque ver la serie semana a semana puedo resultar en una espera tortuosa, hacerlo en su formato de DVD es simplemente una adicción.
LOST (Primera temporada)
Creada por Jeffrey Lieber, J.J. Abrams y Damon Lindelof.
Con Matthew Fox, Evangeline Lilly, Terry O'Quinn, Josh Holloway, Jorge García, Naveen Andrews y otros.
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