10.25.2009

H.G. Wells' The Time Machine

El mundo conocido se acaba en 1966. Al menos eso es lo que presencia George Wells al avanzar en el tiempo con su máquina y ser testigo de un ataque nuclear a escala global. Pero regresemos al origen de la historia. Un inventor, ningún otro que H.G. Wells fabrica una máquina para escapar de la cuarta dimensión, de la que cree somos meros prisioneros.

Es el 31 de diciembre de 1899 y George ha invitado a sus amigos para mostrarles un prototipo de su máquina, pero ante la incredulidad de sus amigos decide utilizarla para viajar al futuro y aprender de la futura sociedad humana. Para su sorpresa tropieza con ambas guerras mundiales y el mencionado apocalipsis atómico. En su escape avanza nuevamente, esta vez miles de años, deteniéndose en una especie de paraíso natural. Pronto descubre que la sociedad humana en ese tiempo tampoco es perfecta, sino mas bien ingenua e indiferente. Allí conoce a Weena, una bella mujer perteneciente a una raza de humana que poco se preocupa por lo que pase a su alrededor, sin esa sed por conocimiento que tanto admiraba él en su propia época. Con el paso de los hechos se da cuenta de la verdadera historia: luego de la tragedia nuclear los humanos se dividieron en dos civilizaciones, los Eloi, que prefirieron quedarse a vivir en la superficie, y los Morlocks, que se refugiaron en las cavernas y el subsuelo terrestre. Con el paso del tiempo los segundos se convirtieron en seres extraños, similares a nuestros ancestros, pero estos son caníbales que de alguna forma lograron esclavizar a los inocentes Eloi.

Lo que resuelta irónico de la historia es que para salvar a la civilización Eloi, George tiene que recurrir a la violencia que parecía desterrada de la raza humana, desata una nueva guerra. Cuando las cosas se calman y George parece estar asimilando el hecho de estar atrapado en esa época aparece su máquina del tiempo y un nuevo enfrentamiento con los Morlocks en el que es separado de Weena, teniendo que activar la máquina para escapar de nuevo al pasado.

Al volver a casa sus amigos no creen su historia y George decide tomar tres libros y volver al futuro, para ayudar a crear una nueva civilización humana, al lado de Weena y los Eloi.

Aunque los efectos especiales (ganadores del respectivo Oscar en 1961) pueden parecernos risibles en ocasiones e incluso las actuaciones son bastante teatrales; sin embargo, hay que ver la película como una parábola, la historia sencilla que se convierte en alegoría de su tiempo, de las cosas que le preocupaban a la especie humana, primero en el momento en que se escribió y luego cuando fue filmada. Refleja la inocencia de la realización pero también de su público y ese es el verdadero valor de este clásico de la ciencia ficción.

H.G. Wells’ The Time Machine

Dirigida por George Pal

Escrita por David Duncan, basado en la novela de H.G. Wells

Con: Rod Taylor, Yvette Mimieux y Alan Young

1960

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