La misión del comandante J.J. Adams y los miembros militares de la tripulación de la nave C57-D es viajar al planeta Altaris-4 y buscar a los sobrevivientes de la misión Belerephon, que habían viajado hasta allí y desaparecido hace ya muchos años. Sin embargo, lo que encuentran al llegar es a un hombre, Edward Morbius, que vive como un ermitaño en medio del planeta desierto, solo acompañado de su hermosa hija Altaira y del robot llamado Robby. Morbius le narra a Adams su historia de cómo los demás miembros de su tripulación murieron años atrás a causa de una misteriosa fuerza planetaria "que no se deja ver". Rápidamente los hombres de la recién llegada misión se enamoran de Alta, quien nunca había había conocido a ningún otro ser humano que su padre y no entiende nada sobre besos, abrazos ni atracción.
Al cambiar la situación, Adams debe llamar a la Tierra para recibir nuevas instrucciones, pero para eso debe construir una especie de transmisor, lo que le llevará a su tripulación aproximadamente diez días. Durante estos, un enemigo invisible ataca a l nave y sabotea una pieza indispensable para el comunicador, retrasando los planes de los militares. Al ser cuestionado, Morbius le cuenta a Adams la historia de los krell, los seres que hace mucho tiempo conquistaron ese planeta desarrollaron una gran civilización (incluso viajando a la Tierra) y luego pereciendo en su propio planeta, en una sola noche. Morbius les da un recorrido por muchas maravillas de los krell, incluyendo una máquina que aumenta el intelecto de quien la utiliza, como el propio doctor lo había probado años atrás.
Pero el campamento de la nave militar terrestre es atacado nuevamente y al responder los humanos al fuego la película nos muestra efectos especiales que supongo fueron muy novedosos en su época, aunque no dejan de ser lásers, disparos y diseños que parecen salidos de una consola de Atari. El monstruo invisible se deja ver entre los destellos de los disparos de fusión atómica en un exhuberante color. Adams y el doctor de la misión militar deciden usar la máquina krell que aumenta la capacidad cerebral para tratar de idear una solución pero las cosas no salen bien y solo descubren la verdadera naturaleza del monstruo, se trata de la creación física a partir de la capacidad del pensamiento de los propios krell, que al mezclarse con los temores de sus sobconscientes se convierte en un monstruo asesino, una bestia salida de su propia mente. Esto desencadena a la vez el último terrible descubrimiento, los krell, que han desaparecido hace 2000 años no pueden ser los responsables de un monstruo, pero sí lo puede ser una mente viva igual de desarrollada que las suyas, aunque ni siquiera se haya percatado de ello. Adams lo intuye: el monstruo asesino es el subconsciente del propio Dr. Morbius, quien trata de enfrentarlo y muere en la lucha, destruyendo a la bestia al mismo tiempo que su cerebro deja de funcionar. Las escenas finales muestra a la tripulación de Adams que regresa a la Tierra, mientras reflexionan sobre la capacidad del hombre para alejarse del desastre krell, gracias a lo apredido en el sacrificio de Edward Morbius.
La película mantiene lo que los grandes clásicos de ciencia ficción destacan, el uso de una gran alegoría para mostrar las capacidades del hombre, su necesidad de poder y las consecuencias que estas le pueden traer de no mediar la responsabilidad necesaria.
Forbidden Planet (1956)
Dirigida por: Fred McLeod Wilcox
Con Walter Pidgeon, Anne Francis y Leslie Nielsen.
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